La realidad virtual es uno de los elementos del entretenimiento más difundidos en la actualidad. Con una gran variedad de dispositivos, se convirtió en una atracción medianamente accesible para usuarios de distintos niveles económicos. Sin embargo, muchas son las personas que aún no se han enterado de que esta herramienta, hija de los sueños futuristas de décadas pasadas y de la ardua investigación científica, hoy tiene fines de gran alcance terapéutico.
Las fobias son un miedo ilógico e irracional a un objeto, personas determinadas o situaciones particulares. Las más conocidas por el público en general son el miedo a volar (aerofobia) o a las alturas (acrofobia), entre muchas otras. Estos trastornos hacen que las vidas de los afectados se desarrollen cuesta arriba, pues no pueden llevar a cabo muchas actividades que son imprescindibles para sus carreras laborales o intercambio social.
A raíz de esto, muchas son las terapias que especialistas de la psicología crearon. Algunas de ellas son por contacto directo con el objeto del miedo, con acompañamiento personal del profesional o simplemente en el diván del psicólogo, recreando con la imaginación los hechos que hacen que la persona se tense.
La novedad es que, gracias al compromiso de investigación de distintas áreas, algunos departamentos de psicología del mundo cuentan con dispositivos de realidad virtual que están destinados exclusivamente a tratar a los pacientes fóbicos . A través de los visores digitales, se estructuran las situaciones de tal modo que el cerebro interpreta estos estímulos como reales.
¿Cuál es la explicación científica del uso de la realidad virtual en estos tratamientos?
En principio, cabe destacar que el empleo de esta tecnología para tales casos se remonta a 1960, aproximadamente, pero es recién en nuestra época que su metodología pudo ser desarrollada con mayor amplitud.
Esta terapia colabora en la superación del paciente a su miedo, porque logra recrear y hacer presente la situación que lo estresa sin enfrentarlo a ella directamente. El cerebro responde de igual modo. Aún así, los estudiosos recomiendan que todo abordaje a la problemática se haga siempre acompañado del especialista tutor. Además, con la observación cautelosa de un profesional, se pueden obtener análisis cognitivos; es decir, lo que ocurre en el paciente a nivel sensorial y cerebral; análisis emotivos y fisiológicos, que refieren a las respuestas corporales, como el ritmo de las pulsaciones. Esto último puede hacerse porque al visor se adhieren otros sensores que captan las señales disparadas por el organismo.
En Psicología 3 Pasos somos pioneros en utilizar este tipo de tratamiento con realidad virtual en la provincia de Pontevedra, y mas concretamente en nuestro consulta en Vigo. Si quieres que te ayudemos a curar las fobias con la realidad virtual ponte en contacto con nosotros.