¿Pueden ser las condiciones climáticas responsables de nuestro desánimo?
Viviendo en una ciudad atlántica como es Vigo este es un tema que sin duda ha protagonizado muchas conversaciones. Y es que es muy habitual en nuestra consulta escuchar a algunos/as pacientes relatar como la meteorología afecta a sus estados de ánimo. Comentarios tan repetitivos como: “La lluvia me deprime”; “había planeado bajar al centro de Vigo para tomar algo pero con la lluvia me dió pereza” “que pocas ganas de ir a ver el Celta con este tiempo”….frases repetitivas, frecuentes pero ¿realmente la climatología tiene tanto poder sobre nuestro humor? Esta es una cuestión largamente meditada y estudiada por muchos psicólogos. En este sentido, distintas investigaciones han puesto de relieve la influencia de ciertos factores climáticos sobre las fluctuaciones emocionales. Los más destacables son la temperatura, la luz solar, el viento y las precipitaciones.
«Ninguna investigación científica sobre este tema ha llegado a encontrar resultados significativos y que den lugar a considerar la climatología como un factor de peso en el desarrollo de trastornos y problemas emocionales»
Sin duda la presencia o ausencia excesiva de estos genera en nuestro cerebro carencias y fluctuaciones de ciertas hormonas y neurotransmisores que influyen en la manifestación de emociones y comportamientos. Incluso se ha llegado a hablar del “Trastorno Afectivo Estacional” caracterizado por la siguiente sintomatología y muy similar a la depresión:
- Sentimientos de tristeza
- Pérdida de intereses en actividades que fueron placenteras
- Problemas de sueño
- Problemas de concentración-memoria
- Pensamientos negativos
- Falta de energía.
Sin embargo, se debe resaltar que (y como psicólogos así lo repetimos a nuestros/as pacientes) ninguna investigación científica sobre este tema ha llegado a encontrar resultados significativos y que den lugar a considerar la climatología como un factor de peso en el desarrollo de trastornos y problemas emocionales.
Pero sin duda alguna relación existe no ¿? Ya que ciertamente es un hecho que a muchas personas les afecta negativamente la lluvía o el frío. ¿Qué sucede entonces?
Debemos considerar la limitación que genera el “mal tiempo”, ésta incrementa la dificultad o imposibilita la ejecución determinadas actividades lúdicas, laborales o sociales, importantes o necesarias ( trabajar encima de un andamio, hacer deporte en la calle, pasear, disfrutar de una terraza, hacer la compra o llevar a tu hijo al médico etc.); dicha limitación podría implicar, como consecuencia indirecta, un descenso del estado de ánimo.
«Si estamos concienciados de la importancia de una determinada actividad para nosotros, bien por trabajo o disfrute, no habrá temporal que nos pare»
Esta relación ente nuestro humor y la climatología viene mediada por el factor motivación ante la actividad, es decir, si estamos concienciados de la importancia de una determinada actividad para nosotros, bien por trabajo o disfrute, no habrá temporal que nos pare y por tanto estaremos contribuyendo a la protección de nuestra salud mental.
Estefanía V.
Psicóloga y directora de Psicología 3 Pasos