PAREJA:
En el momento en el que decidimos unir nuestra vida afectiva a otra persona surge La pareja, un concepto que va más allá de la suma de personalidades, y al igual que los miembros que la componen evoluciona con el tiempo. No está libre de sufrir dificultades: déficits en comunicación, disminución de la pasión, pérdida de confianza. En otras ocasiones, la pareja se ve afectada como consecuencia de los problemas en uno o ambos miembros: las ocupaciones del día a día, el estrés laboral, el cansancio, la dedicación que requieren los hijos, etc., son, en parte, elementos que explican la aparición de problemas en pareja.
La finalidad de la terapia es ayudar a que conjuntamente se encuentren soluciones en las áreas afectadas.
SEXUALIDAD:
El sexo es una de las variables más importantes de nuestra calidad de vida, una máxima con la que muchos estamos de acuerdo, ¿verdad?; ¿no parece entonces paradójico que sea una de las cuestiones de las que resulta más embarazoso hablar abiertamente?
Existen algunos problemas que inciden en el área sexual, masculina y femenina, como: Anorgasmia, Vaginismo, Bajo deseo, Eyaculación Precoz, Eyaculación Inhibida o la Disfunción Erectiva. Estos problemas generan a quien los padece (y repercuten también en la pareja) un alto grado de malestar, sentimientos de poca valía, ansiedad o baja autoestima.
Una de las principales metas en la terapia sexual es precisamente hacer reflexionar, a la persona o a la pareja, sobre la propia sexualidad: dejar de vivirla con miedo, vergüenza, culpa o insatisfacción, desmontar mitos y creencias distorsionadas que solo conducen a acrecentar los problemas.
Realmente merece la pena hablar sobre estas dificultades porque tienen solución y sobre todo porque todos tenemos derecho a disfrutar plenamente de nuestra sexualidad.