Asesoramos a las familias en la aplicación de los principios de la disciplina positiva en su día a día: el respeto y la empatía hacia la infancia (ser capaces de ponernos en el lugar del niño/a), el empleo de un estilo amable pero firme al mismo tiempo donde seamos capaces de conectar con las emociones de los niños y cambiar el enfoque planteándonos las dificultades como retos a superar y buscando soluciones prácticas y válidas para todos (niños y adultos).