Por muchos años que hayan pasado, nadie te habrá enseñado a gestionar tus emociones, a relacionarte con los demás con empatía,a racionalizar los pensamientos negativos, a valorarte a ti mismo, a ser consciente de que actúas y juzgas a través de un sólo prisma, el tuyo… Qué importante asignatura tenemos pendiente!
En esta situación me encontraba cuando, a través de mi hijo, Estefanía se cruzó en mi camino. Su profesionalidad, carisma,cercanía, comprensión, objetividad y buen hacer me llevaron por senderos desconocidos u olvidados, me hicieron descubrir el “si puedo” y dejar a un lado los “debería…”, me mostraron que “todo depende del cristal con que se mira” y me dio la llave maestra que seguirá abriendo puertas: aceptar, comprender y actuar.
He de reconocerme el esfuerzo realizado, pues nadie posee la varita mágica que todo lo cambia, pero sin la ayuda de un buen terapeuta, en este caso, Estefanía, nada hubiese sido posible.
Gracias por despertar mi consciencia.